La edad para detectar un problema de discalculia está entre los seis y ocho
años, momento en que se introducen las matemáticas como materia independiente y
se puede comparar el rendimiento de unos niños con otros.
Para realizar un correcto diagnóstico, es necesario que sea diferencial. Es
importante realizar un correcto seguimiento del rendimiento escolar del menor
puesto que en muchas ocasiones se suele confundir discalculia con otros
déficits como el TDAH, u otros factores como falta de motivación para las
matemáticas. Se debe hacer una valoración global del nivel intelectual, con el
fin de comprobar si los déficits asociados a la discalculia, son primarios o
secundarios o si están relacionados con bajo nivel intelectual.
Para realizar el diagnostico son necesarias unas series de pruebas para
medir diferentes habilidades. La mayoría de estas pruebas o test presentan una
alta fiabilidad y una variación acorde a los patrones de edad y desarrollo
propios del menor al que se pretende evaluar. También es necesario que se
produzca un rendimiento escolar por debajo del nivel esperado.
A continuación se muestran una selección de procedimientos útiles para
evaluar las habilidades en matemáticas, que se pueden unir a las pruebas comentadas
con anterioridad.
·
- Dictados de números
- Copiados de números
- Cálculos no estructurados mediante juegos
o gráficos
- Resolución de problemas con una o varias
variables
- Resolución de problemas lúdicos de la vida
cotidiana.
En los casos en los cuales se diagnostique discalculia, se considera
recomendable realizar también una evaluación neuropsicológica con el objetivo
de detectar posibles déficits neurológicos en el menor y delimitar con mayor
precisión el problema.
Siempre se tiene que realizar en función del diagnóstico previamente
establecido, con el fin de conocer de forma segura las limitaciones y
fortalezas del menor. Cuando no se encuentran déficits orgánicos graves, es
preciso comenzar con la reeducación de éste, con el objetivo de que asimile y
sintetice de forma correcta la información relacionada con el área de las
matemáticas.
Es importante considerar una serie de recomendaciones antes de comenzar el
tratamiento:
- Es aconsejable que las sesiones
sean individuales, en las cuales participe el menor con un profesional. En
otras ocasiones también se pueden hacer colectivas (clases de apoyo)
- La implementación de las
sesiones ha de ser gradual.
- No es recomendable limitar el
tiempo de la tarea, con el fin de reducir la ansiedad que este
experimenta.
- Encontrar actividades que
motiven.
- No presionar en exceso.
·
Entre las tareas que se pueden realizar se
destacan las siguientes:
- La adquisición de destreza en
el empleo de relaciones cuantitativas.
- Tareas en las que se requieran
procesos de razonamiento.
- Ejercicios para consolidar los
símbolos numéricos y sus relaciones.
- Resolución de problemas.
- Utilizar una aproximación
multisensorial, ya que cuando hay dificultades en el área de las
matemáticas, también las hay para entender los procedimientos y las reglas
desde el código verbal, ya que resultan demasiado abstractas.
El tratamiento de la discalculia es gradual, se produce una
reestructuración cognitiva en las habilidades matemáticas del niño y en general
suele tener buenos resultados.