miércoles, 13 de marzo de 2013

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO




DIAGNÓSTICO


La edad para detectar un problema de discalculia está entre los seis y ocho años, momento en que se introducen las matemáticas como materia independiente y se puede comparar el rendimiento de unos niños con otros.

Para realizar un correcto diagnóstico, es necesario que sea diferencial. Es importante realizar un correcto seguimiento del rendimiento escolar del menor puesto que en muchas ocasiones se suele confundir discalculia con otros déficits como el TDAH, u otros factores como falta de motivación para las matemáticas. Se debe hacer una valoración global del nivel intelectual, con el fin de comprobar si los déficits asociados a la discalculia, son primarios o secundarios o si están relacionados con bajo nivel intelectual.


Para realizar el diagnostico son necesarias unas series de pruebas para medir diferentes habilidades. La mayoría de estas pruebas o test presentan una alta fiabilidad y una variación acorde a los patrones de edad y desarrollo propios del menor al que se pretende evaluar. También es necesario que se produzca un rendimiento escolar por debajo del nivel esperado.

A continuación se muestran una selección de procedimientos útiles para evaluar las habilidades en matemáticas, que se pueden unir a las pruebas comentadas con anterioridad.
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  •       Dictados de números
  •       Copiados de números
  •       Cálculos no estructurados mediante juegos o gráficos
  •       Resolución de problemas con una o varias variables
  •       Resolución de problemas lúdicos de la vida cotidiana.


En los casos en los cuales se diagnostique discalculia, se considera recomendable realizar también una evaluación neuropsicológica con el objetivo de detectar posibles déficits neurológicos en el menor y delimitar con mayor precisión el problema.


TRATAMIENTO


Siempre se tiene que realizar en función del diagnóstico previamente establecido, con el fin de conocer de forma segura las limitaciones y fortalezas del menor. Cuando no se encuentran déficits orgánicos graves, es preciso comenzar con la reeducación de éste, con el objetivo de que asimile y sintetice de forma correcta la información relacionada con el área de las matemáticas.

Es importante considerar una serie de recomendaciones antes de comenzar el tratamiento:

  • Es aconsejable que las sesiones sean individuales, en las cuales participe el menor con un profesional. En otras ocasiones también se pueden hacer colectivas (clases de apoyo)
  • La implementación de las sesiones ha de ser gradual.
  • No es recomendable limitar el tiempo de la tarea, con el fin de reducir la ansiedad que este experimenta.
  • Encontrar actividades que motiven.
  • No presionar en exceso.
·         Entre las tareas que se pueden realizar se destacan las siguientes:
  • La adquisición de destreza en el empleo de relaciones cuantitativas.
  • Tareas en las que se requieran procesos de razonamiento.
  • Ejercicios para consolidar los símbolos numéricos y sus relaciones.
  • Resolución de problemas.
  • Utilizar una aproximación multisensorial, ya que cuando hay dificultades en el área de las matemáticas, también las hay para entender los procedimientos y las reglas desde el código verbal, ya que resultan demasiado abstractas.

El tratamiento de la discalculia es gradual, se produce una reestructuración cognitiva en las habilidades matemáticas del niño y en general suele tener buenos resultados.

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